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miércoles, 23 de enero de 2013 09:00
Purita y Vanessa con “Serranillo” en la memoria
eladelantado.com
José Luis Cuenca Aladro
Parecía que era ayer y, sin embargo, han pasado más de catorce meses desde entonces. La finca ganadera que Santos Santos “Serranillo” y su esposa Purita Linares pusieron en pie hace algunos años en los campos de trigo y cereal del “Piamonte”

riazano

situados en el margen izquierdo del río

Riaza

entre las aldeas de Cincovillas y Ribota (apenas a 200 metros de la carretera

N-110

) sigue igual que aquel mes de octubre de 2011 en el que mantuve mi última conversación con el que fuese gran empresario y apoderado taurino. Le había llevado un ejemplar de El Adelantado en el que se glosaba el reciente homenaje que le había tributado la villa de

Ayllón

durante sus fiestas de San Miguel en forma de festival taurino en el que comparecieron grandes figuras del toreo y que resultó un éxito absoluto. “El Serranillo” se emocionó al leerlo y yo intenté, y creo que logré, derivar nuestra conversación por otros derroteros de la actualidad taurina. Fueron dos horas intensas hablando de toros en el salón principal de su hogar. Después dimos un breve paseo por el campo bravo mientras él me mostraba alguno de los nuevos árboles y plantas que acababa de incorporar a los jardines próximos al edificio principal. Terminamos rememorando una tarde triunfal de su pupilo, el torero burgalés José Ignacio Ramos, en la plaza de toros de El Burgo de Osma (1996) en la que desorejó a sus dos toros de la ganadería de Pérez Tabernero. Finalmente, Santos me acompañó hasta el coche y nos despedimos cordialmente. Nada hacia sospechar que los acontecimientos se precipitarían tan rápidamente: tan sólo tres meses más tarde “Serranillo” nos dejaría para siempre. Por ello, al regresar ahora a su domicilio serrano, en una mañana casi primaveral y soleada, igual que la de aquel otoño todavía reciente, los recuerdos se me amontonan y los sentimientos se disparan en mi interior.

Se está celebrando en la finca de “Aldíñigo” un mega-tentadero para jóvenes aspirantes a toreros que rinde memoria y homenaje a un hombre que dejó un imborrable recuerdo entre quienes le trataron de cerca. “Serranillo” gozó siempre de la mejor reputación entre los profesionales del mundo taurino, ya fuesen empresarios, ganaderos, apoderados o toreros. Su viuda, Purita Linares, tras las lógicas dudas iniciales por la pérdida de su esposo, decidió (seguro que aconsejada por Santos) tirar para adelante con enorme decisión y continuar la labor emprendida codo con codo con su esposo hace muchos años.

En la finca de “Serranillo” nada parece haber cambiado. Da la sensación de que todo sigue igual y que el espíritu de Santos sobrevuela alrededor de la casa familiar. También los festejos organizados por Purita Linares en la última temporada se han llevado a cabo como si la mano maestra de su marido no le hubiese faltado en ningún momento. Lo que sí es bien cierto es que Purificación cuenta, desde que Santos se nos fue, con la inestimable colaboración de su jovencísima hija Vanessa, que está sorprendiendo a todos por su conocimiento, talento, competencia y responsabilidad. “Puri” y Vanessa ejercen estos días como perfectas anfitrionas del Bolsín Taurino que ellas han organizado y en el que no falta un sólo detalle. Cuentan también con la colaboración de sus amigos de siempre y familiares allegados, pero su dominio de todo lo que tenga que ver con la organización taurina es muy patente. La experiencia de “Puri” y el empuje emprendedor de Vanessa forman un cóctel perfecto. Por si fuese poco son madre e hija, y además, amigas.

Los jóvenes que acuden al Memorial “El Serranillo” han de ser conscientes de que son unos privilegiados independientemente de que sean o no proclamados ganadores de dicho Bolsín Taurino. El solo hecho de torear unas becerras de calidad en un paraje natural tan extraordinario y el poder compartir experiencias con matadores de toros muy acreditados como Morenito de Aranda,

Víctor Barrio

, Javier Herrero, Damián Castaño, Fernando Cruz o Miguel Ángel Saavedra, entre otros, y con aficionados cabales, es ya, de por sí, una situación excepcional para ellos.

Todos somos conscientes de lo difícil que es abrirse camino en la profesión de matador de toros, todos conocemos y comprendemos las deficiencias y errores que cometen, dado su poco rodaje, los jóvenes toreros, y para eso están en esa etapa de aprendizaje, para ir poco a poco subsanándolos y perfeccionando su forma de concebir las maneras más idóneas y necesarias para desempeñar la profesión que han elegido. La oportunidad que Purita Linares y Vanessa Santos les ofrecen es única. Ojalá todos la aprovechen. Lo que hemos visto hasta el momento es muy esperanzador: los jóvenes aspirantes (ninguno supera los 20 años de edad) están muy preparados e ilusionados. La perseverancia en el esfuerzo y el sacrificio serán decisivos más adelante en su recién carrera iniciada. Pero demos tiempo al tiempo, que para ello ya llegará el momento. Ahora es la ilusión de los chavales la que merece todo nuestro respeto. Los brotes verdes del toreo están en Aldiñigo.
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