Riaza Los Gayumbos desde 1990

Joselito Adame y

Víctor Barrio

han salido a hombros en

Riaza

, con tres y dos orejas respectivamente, aunque de haber tenido más suerte con los aceros, la estadística numérica de Barrio hubiera sido mayor. Por su parte, a Juan del Álamo le ha correspondido un lote imposible.

Adame, correcto con el que ha abierto plaza -un torazo enorme, pero sin transmisión-, ha hecho un toreo muy técnico y lo ha despachado de una buena estocada. Sin embargo, con el cuarto, el de mejor condición de la corrida, ha demostrado un toreo dominador; por momentos, al ralentí con la izquierda, por donde ha realizado la práctica totalidad de la faena. Una estocada en el hoyo de las agujas, y las dos orejas no se han hecho desear.

Sin embargo, el toreo de más lingotes lo ha realizado

Víctor Barrio

en el primero de su lote, al que ha recibido con una larga cambiada, para estirarse después a la verónica. El quite, por chicuelinas bien ceñidas y una larga preciosa, han sido el preámbulo de una faena muy seria y templada por el pitón derecho, ya que el toro no ha tragado uno por el izquierdo. Toreo vertical, alargando los muletazos, para pegarse un arrimón en la recta final. Como epílogo de faena, un trincherazo rodilla en tierra, seguido de otros tres de la misma guisa. Pinchazo en todo lo alto, estocada hasta la empuñadura, y tres descabellos, que han emborronado una labor que el público ha ovacionado con inmenso reconocimiento.

Para el sexto, Barrio ha salido con todo el arsenal, poniéndose en la puerta de toriles para recibirle con una larga limpia. El toro, que no se ha llegado a entregar en ningún momento, le ha hecho tragar al segoviano, quien no ha porfiado en ningún momento, dándole sus muslos a cambio de series de muletazos llenas de torería. Esta vez sí: la estocada, hasta la bola, el toro, muerto sin puntilla, el público entregado y el presidente sacando el pañuelo para conceder las dos orejas.