Riaza Los Gayumbos desde 1990

La corrida de toros de ayer sábado en

Riaza

, iba a representar la bajada del telón de la feria taurina que comenzó el pasado lunes y que ante el obligado aplazamiento de la novillada picada del martes, ha supuesto en realidad el penúltimo festejo del ciclo. Y para bien.

La plaza registró casi el lleno en tarde soleada y calurosa. Presidió Julián Barahona en tono de justo aplicamiento del reglamento, es decir, bien. Se lidiaron toros de la ganadería de Torrealba, desiguales de presentación y de juego. Cuajados y bien armados primero, que dio un juego regular, cuajado el colorado segundo, algo parado en la arrancada; bueno el muy serio tercero, al igual que el cuarto, éste con menos volumen; excelente el quinto aplaudido en el arrastre y bueno el que cerraba plaza. De blanco y plata. Tres lances y media verónica de trazo simple y sencillo. Con la muleta comienza por alto desde el estribo para pasar al toreo en redondo con muletazos sin ligazón, mejorando al natural con armónicos pases y arguementando las series. Muy compuesta la figura dio rienda suelta a su personal inspiración acompañando suavemente la corta embestida del astado. Faena de sencilla estructura, valiente y sin mayores matizaciones. Estocada para una oreja.

Con su segundo toro tres lances y quite por chicuelinas con revolera. Fuertes palmas. Estatuarios, doblones por bajo, un pase por alto y al natural concertó muletazos realizados con parsimonia y flujo muy torero. El mexicano fue ganando terreno y con ello ligando fácil un muletazo con el siguiente. También meritorio el toreo en redondo pero con menor contundencia. Toreo bonito y pausado para una magnífica faena alumbrada finalmente con tres medias trincheras. Estocada, dos orejas y puerta grande. El joven salmantino tuvo ante sí dos antagonistas de diverso signo. Paradote el primero y bueno el segundo al que pinchó nás de la cuenta. Vistió de blanco y oro.

Buenos los lances de recibo con revolera. Aunque los muletazos previos carecieron de ligazón, fueron realmente importantes por la composición y fino temple. Por uno y otro pitón fue cambiando de mano llevando siempre la flámula a media altura y sin descomponer el armónico sentido de su toreo. Apostura, valor y sumo cuidado en templar el pase. En parte se cumplió el reto marcado mostrando clase torera y un bien aplicado concepto en su devenir artístico. Pinchazo sin soltar, estocada y tres golpes de verduguillo. Aviso y silencio.

Podría haber cortado trofeos si acierta con la espada, pero no fue así. Cuatro lences y recorte muy torero. A media altura lleva medida la embestida de un magnífico ejemplar de toro bravo por pronta arrancada y repetida embestida. Serie estupenda fallando la siguiente. Rectifica y secunda dos tandas de muletzaos de excelente componenda, con la figura compuesta y la entrega total al toreo fundamental. Buena faena con algunas dudas y una fase en la que de tan cerca, se rebozó con el toro en arrimón de valiente reconocimiento. La espada lo estropeó todo. Aviso y palmas

De corinto y oro. Cinco lances y revolera entre olés. Quite por chicuelinas. Con enorme serenidad, yendo al toro mostrando la muleta, estética sin forzar la figura, instrumenta toreo de clase extra pero sin ligar los muletazos. El toreo al natural emana calidad y buen gusto... Los pectorales valorados por la longitud y quietud en la ejecución. Al final parte de toreo "ojedeista" y mal con la espada y descabello. Ovación. A "porta gayola" para saludar al que cerraba plaza con un afarolado de hinojos. Gran ovación. Se dobla con el toro muleta baja y se centra en el toreo en redondo, muy relajado, firme y seguro. Argumenta faena basada en el toreo clave para su concepto en esta ocasión por el lado diestro, ya que por el contrario se quedaba a media embestida derrotando con peligro. Llegaron los templados pases ligados y con secuencias de mucho valor artístico que el público aclama con entusiasmo. Victor aplicó los esquemas básicos de su propia personalidad al servicio del arte de torear. Con ello se estimuló y cuajó gran faena que rematada con estocada entera le valieron las dos orejas y la salida triunfal en hombros.