Riaza Los Gayumbos desde 1990

La Unión de Campesinos de Segovia-UCCL ha denunciado esta semana “la situación insostenible para los ganaderos generada por el enorme incremento de la población de lobos en la provincia”. En este sentido, desde la organización exigen “a la Administración regional un control efectivo de la población para evitar los ataques masivos al ganado que cíclicamente se vienen produciendo, con consecuencias catastróficas para los ganaderos, así como una indemnización rápida y eficaz de los daños por vía patrimonial, que cubra de manera real y efectiva la totalidad de los daños producidos”.

Esta misma semana, un ganadero de

Cerezo de Arriba

ha denunciado un nuevo ataque de lobos y era el segundo los últimos cinco días. Es uno más de los muchos que se están produciendo en la zona este de la sierra, en la zona comprendida entre

Riaza

y el puerto de Somosierra, han explicado desde UCCL-Segovia en un comunicado.

Este no es un episodio aislado, han asegurado, sino uno más de los que, cada poco tiempo, se reproducen en la provincia, “sin que las reiteradas denuncias de nuestra organización, ni las llamadas desesperadas de los ganaderos sensibilicen a la Administración regional, que hace oídos sordos ante un problema gravísimo, que amenaza con serlo aún más de no tomarse urgentemente las medidas necesarias”.

Según los datos oficiales publicados por la propia Junta de Castilla y León en junio de este año, hay 1.600 lobos en Castilla y León, establecidos en 179 manadas (152 en la zona norte del Duero y 27 en la zona sur), lo que representa un incremento del 20 por ciento con respecto al censo de 2001, que censó 149 manadas. Este incremento es especialmente significativo en las provincias de Ávila, donde se ha pasado de 1 a 6 manadas, en León donde el incremento es de 44 manadas a 54 , en

Segovia

donde las manadas se han duplicado, pasando de 5 a 10, y en Zamora , donde se ha pasado de 36 a 45 manadas.

Desde Unión de Campesinos de

Segovia

“denunciamos la actitud cicatera e intransigente de la Junta ante este problema ya que, por un lado, propicia el incremento de la población de lobos a través del plan de gestión, vendiendo sus logros a bombo y platillo, y, por otro, se niega en rotundo a hacerse cargo de los daños que produce, siendo como es, una especie ultraprotegida al sur del Duero”.