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La crisis económica y sus consecuencias también se han dejado notar en la población extranjera que reside en Segovia. Desde que en el año 2012 la recesión comenzara a golpear con fuerza la provincia en forma de desempleo y recortes, el número de personas procedentes de otros países comenzó a caer de forma sensible para pasar de los 21.730 extranjeros empadronados en la provincia en el citado año a los 16.666 registrados en 2016, lo que supone que casi uno de cada cuatro extranjeros que vivían en

Segovia

han abandonado la provincia bien para regresar a sus países de origen o para buscar oportunidades en otras provincias dentro del territorio nacional.

Este dato se extrae del informe elaborado por el Centro de Información de Trabajadores Extranjeros (CITE) del sindicato Comisiones Obreras en

Segovia

, en el que bajo el título “La población segoviana de origen extranjero. Una perspectiva sindical”, se realiza un detallado análisis demográfico, social y laboral de este sector de población, que conlleva una serie de propuestas de actuación. El informe señala que

Segovia

sigue siendo la provincia de Castilla y León con mayor porcentaje de población extranjera, con un 10,72 por ciento, pero evidencia el progresivo descenso que se ha venido produciendo en los últimos cinco años, pasando del 13,27 por ciento de 2012 a la cifra antes citada correspondiente al presente año. Los datos extraídos por el CITE indican que cerca de la mitad de la población extranjera de

Segovia

reside en la provincia, siendo El Espinar (1.279 personas), Cuéllar (1.153) y

Riaza

(698) los municipios que mayor número de extranjeros tienen empadronados. Como dato significativo, el padrón señala que en 19 de los más de 200 ayuntamientos de la provincia el porcentaje supera el 50 por ciento, y en localidades como Fuente el Olmo de Fuentidueña, los extranjeros superan a la población autóctona alcanzando el 55 por ciento. En cuanto a la situación administrativa de los extranjeros en

Segovia

, el informe precisa que en la provincia existe un censo de 24.523 personas que cuentan con certificado de registro o tarjeta de residencia en vigor, dependiendo de si son ciudadanos de la Unión Europea o si proceden de terceros países. Además, nueve de cada diez ciudadanos extracomunitarios cuentan con autorización de residencia de larga duración.

La solicitud de nacionalidad española es uno de los hitos más significativos para la integración social y laboral de los extranjeros, una vez cumplidos los requisitos que la legislación exige a tal fin. Así, el inforem señala que desde el año 2009 un total de 1.539 personas han conseguido la nacionalidad española, siendo la residencia el principal modo de adquisición de esta condición. El estudio señala que cerca de un tercio de las personas nacionalizadas son de origen marroquí, seguidos de hondureños, colombianos, dominicanos, peruanos y ecuatorianos.

El flujo migratorio es uno de los datos más preocupantes del informe, ya que desde que la crisis económica comenzó a manifestarse a finales de 2008 la cifra de inmigrantes no ha dejado de caer, y hasta la fecha se ha evidenciado un descenso del 40 por ciento, pasando de las 1.820 personas que llegaron a la provincia en 2008 hasta las 711 contabilizadas el pasado año. El saldo migratorio indica que son los extranjeros procedentes de la Unión Europea quienes lideran el regreso a sus países, aunque la entrada de personas procedentes de Centroamérica mitiga un poco esta tendencia negativa.