La provincia cuenta con un total de 47.709 hectáreas de recolección regulada bajo la denominación de Montes de Segovia.
Agentes medioambientales colocan el cartel que anuncia que la zona se encuentra dentro de las reguladas. / PEDRO MERIN
La temperatura moderada y las precipitaciones de los últimos días auguran un buen arranque de campaña de recogida de setas en la provincia, en la que los meses de octubre y noviembre son, por excelencia, los más prolíficos en esta materia.
La adhesión de
Segovia
al Proyecto MYAS RC, promovido por la Junta de Castilla y León y respaldado por las Diputaciones Provinciales, supone que el aprovechamiento y recolección de setas y hongos está regulada en un total de 47.709 hectáreas de Monte Público, en las que se estima que la producción pueda alcanzar esta campaña los 337.734 kilos. Una cantidad “baja” según el cálculo de MICOCYL, el programa regulación micológica de los territorios de Castilla y León incorporados al proyecto.
En realidad cada campaña de recolección abarca desde el 1 de agosto al 31 de julio del año siguiente, aunque los meses de otoño son los que mayor producción registran. Para poder recolectar las diferentes variedades de hongos y setas es preciso contar con uno de los 17.562 permisos que, como máximo, expedirá MICIOCYL para la provincia de
Segovia
en la presente campaña.
El precio de las acreditaciones va desde los 3 euros del empadronado en alguno de los municipios regulados, hasta los 500 euros del permiso comercial de temporada para foráneos. Como novedad, en este quinto año de
Segovia
dentro del proyecto, existe un permiso de temporada para personas empadronadas en la provincia por un importe de 15 euros.
Los permisos se expiden en los diferentes ayuntamientos, establecimientos adheridos, así como en las oficinas de las Comunidades de Villa y Tierra de Pedraza, Villa y Tiera de
Sepúlveda
, Ciudad y Tierra de
Segovia
, o en la página web www.micocyl.es, que exige crear un usuario y no está operativa al 100% (ayer por la tarde no ofrecía todas la modalidades).
En cuanto a las variedades, algunas como el boletus edulis, el níscalo, el rebozuelo o la amanita cesarea (u oronja), comenzaron a ser “visibles” en septiembre, en zonas en las que las condiciones de humedad y temperatura lo propician. Aún así, en los primeros días de octubre, comienza la temporada para otras especies como boletus pinícola (hongo rojo), llanegas, senderillas y setas de cardo, que extienden su producción hasta noviembre. La última especie comestible en aparecer en los Montes de
Segovia
es la capuchina, que puede llegar hasta diciembre, si las temperaturas lo permiten.
VIGILANCIA
Los Agentes Forestales y Medioambientales de la Junta se encargan del servicio de vigilancia (incluyendo fines de semana y festivos) que conllevan la verificación del permiso, de la identidad del recolector, y las especies y cantidades recolectadas. En caso de incumplimiento, el recolector puede ser sancionado con una multa de entre 100 y 1.000 euros, así como al decomiso de las setas.
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