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[OPINION]
viernes, 16 de septiembre de 2016 12:00
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Breve antología taurina de

Víctor Barrio

Fuente de la Noticia:  
Peña Los Gayumboss
Jose Luis Cuenca Aladro
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La Tauromaquia de

Víctor Barrio

da para mucho, tales eran las enormes virtudes personales que poseía (¡que posee!) el maestro grajerano, tanto en su faceta profesional como en la humana. Valores que darían para hacer una tesis doctoral sobre su figura y obtener la máxima calificación universitaria de "cum laude". Lo que ha significado (¡significa!) nuestro paisano Víctor para la Fiesta Brava, solamente está al alcance de los más grandes que como él han sido y son.

Voy a tratar de ofrecerles una muestra, una miscelánea necesariamente breve, sobre la corta, pero esplendorosamente brillante, carrera de Víctor. Para ello me apoyaré en textos extraídos de algunos de mis 28 artículos dedicados en exclusiva a él, desde aquel primero que titulé "Es de

Segovia

y se llama Víctor Barrio", hasta el más reciente, "Y

Víctor Barrio

abrió la Puerta Grande del Cielo". Vamos a ello, pues.

"¿Cómo torea

Víctor Barrio

? ¿Cuál es su Tauromaquia? ¿A quién se parece? Yo diría que en

Víctor Barrio

hay muchos toreros. Le veo cosas, detalles fulgurantes, de Manolete, de José Tomás, de Enrique Ponce. Sin embargo, en la mayoría de ocasiones me recuerda a... Víctor Barrio. Sí, se me parece a

Víctor Barrio

, a él. Sólo a él. Y esto es así porque el de Grajera es un torero singular. Se trata de un lidiador distinto, especial diría yo. No es distinto porque lo pretenda, sino porque realmente lo es. Exquisito en sus formas y maneras de entender la liturgia del arte de Cúchares, lo mejor de ésa la liturgia (el rito, la tradición, la ceremonia, la solemnidad del toreo universal).

Víctor Barrio

es, por consiguiente, todo un clásico. Un torero dotado de un valor escalofriante, que se queda muy quieto en la cara del toro y que se los pasa muy cerca. Un valor el suyo frío y seco como el clima de nuestras tierras segovianas. Su toreo destaca por la verdad incuestionable de su pureza. Su repertorio es muy amplio, sobre todo con el capote...y con la muleta, ¡qué contarles! Tiene la enorme virtud de enlazar un pase con otro, ligando las embestidas para así someter al astado con series largas, como si estuviera toreando en el salón de su casa. Posee Víctor un especial sentido del temple. Embarca al toro mediante toques muy suaves de muñeca y pequeñas vibraciones de muleta, difícilmente percibidas por el respetable público pero sentidas por el toro. Además, esos toques le sirven no solamente para provocar la embestida, sino también para alargar el viaje de la res. Así torea Víctor Barrio. Torero, en pocas palabras, natural, de concepto muy hondo y verdadero, que cala y llega muy pronto a los tendidos. Porque el torear de verdad y la verdad de su toreo son las señas de identidad de la tauromaquia de

Víctor Barrio

, que cuando dice, ¡dejadme solo!, lo dice muy de veras.

Víctor Barrio

, por consiguiente, no tiene más patrón que Víctor Barrio. A Víctor le mediremos con Víctor."

Prosigo con algunos párrafos que escribí tras el aldabonazo o bombazo de Víctor en la feria de Valdemorillo 2015..."La apoteosis artística de nuestro paisano

Víctor Barrio

en la plaza de toros La Candelaria de Valdemorillo el domingo pasado no es otra cosa que la crónica de un triunfo anunciado. El acierto de mi pronóstico de días anteriores, sin embargo, carece de mérito. Se veía venir. Y me explico. He seguido con gran interés la trayectoria de nuestro torero desde sus inicios juveniles por las capeas (el toro de los mozos) en las plazas de

Riaza

y

Sepúlveda

, su debut como becerrista, como novillero sin y con caballos, como torero de campo en tentaderos, como matador de toros desde que se doctoró en las Ventas de Madrid hasta hoy mismo. Es por lo que digo que carece de valor mi apuesta por el triunfo de Víctor en Valdemorillo por la sencilla razón de que estaba cantado. Y esto es así, porque tengo la ventaja, sobre otros aficionados, de conocer de manera intensa y continuada los valores artísticos de Víctor y su competencia para ejercer la profesión más difícil del mundo. En Valdemorillo ya impartió Víctor una clase magistral en febrero de 2011 como novillero. Ahora otra, ya como matador tres años más tarde. Una fecha, por tanto, para el recuerdo la del 8 de febrero de 2015. Una tarde de toros para enmarcar y tener muy en cuenta. Sin duda el sacrificio, la entrega y el esfuerzo de Víctor es un ejemplo que se puede extrapolar a todo y a todos de forma transversal. Querer es poder."

Algunas fechas después Víctor compareció en Las Ventas enfrentándose a toros de Marín Lorca. El artículo que escribí entonces llevaba por título, "Temple y valor de Víctor Barrio". Lean a continuación: "El temple y el valor de Barrio son consustanciales a su personalidad torera. Un valor el de Víctor sin duda adquirido a través de una profunda mentalización para poder lograr sus objetivos ante la cara del toro. Un valor que es la base de su arma más poderosa y principal: el temple, la esencia del toreo bueno. El sexto de la tarde en Las Ventas, un toro fuerte y muy serio, permanece quieto. Víctor también. El segoviano alarga la muleta, la mueve y el toro, sacudiendo su melancolía, embiste. La mano del torero va pulsando la embestida, la va templando, la va midiendo. No le quita el trapo de la cara. El torero del nordeste segoviano gira su cuerpo al compás de los movimientos del toro, que parece hechizado, sumiso a lo que ordena un trozo de franela rojo. Hay belleza, estética y majestad. Cuatro tandas por la derecha ligadas al obligado de pecho de pitón a rabo estremecen las piedras del tendido, que no se ponen en pie porque no pueden. Se había producido el milagro: el torero se puso de acuerdo con el movimiento que le ofrecía "Ilusionado" (596 kilos de "romana"), segundo de su lote. Mucho temple en el brazo y en la muleta en series en redondo y por abajo impecables de ejecución y limpieza. La lentitud del burel dominada por el mando y temple que imprimía Víctor a cada pase que daba. Quizá por la suerte de presenciar la labor del grajerano a escasos 3 metros de distancia (la que va del burladero del callejón del tendido "9" a los terrenos que pisó el torero) no se me escaparon ninguno de los matices de la misma: la inteligencia del guión intuitivo de la faena, la tranquilidad y pasmosa quietud de Víctor, la pureza de su toreo sin trampa ni cartón. Tampoco se les escaparon a los aficionadas de Madrid. Entonces, se preguntarán algunos, ¿qué falta para que Víctor dé el salto definitivo y alcance la gloria del toreo? Pues con toda franqueza digo y escribo que nada, o muy poco. Con la constancia y reguralidad con que se prodiga Víctor todas las tardes en las plazas de toros donde le contratan, todo acabará por llegar."

Y ya, después de esta pequeña muestra que les he presentado, y de regreso al momento actual, llegados al "ecuador" de las Fiestas Patronales que se iniciaron en

Riaza

el pasado jueves día 8 con la celebración del día de nuestra Patrona, la Virgen del Manto, la romería a la ermita de Nuestra Señora de

Hontanares

el pasado domingo y el inicio de los primeros festejos taurinos (los Recortes, la Clase Práctica, la becerrada de las Peñas y la tarde de rejoneo de ayer jueves) de nuestra Semana Grande, hoy ( en realidad se ha hecho todos los días) corresponde homenajear la memoria de nuestro paisano y amigo.

Es bien cierto que en todas las plazas de toros españolas se han ofrecido sentidos homenajes al maestro de Grajera durante los últimos dos meses. Sin ir más lejos, el domingo 4 de septiembre, en Valladolid, los diestros José Tomás, Juan José Padilla, El Juli, Morante de la Puebla, José María Manzanares y Alejandro Talavante, dieron lo mejor de sí mismos, de su mejor arte, para agradar a

Víctor Barrio

, que a buen seguro se sintió entusiasmado desde el Cielo. Le imagino con su sonrisa agradable y su mirada amable con las que tanto se prodigaba.

También Madrid, su plaza por antonomasia, prepara un festival monstruo para fechas próximas. Sin embargo, me parece que el cartel que se ha confeccionado para esta tarde en nuestra plaza de toros de

Riaza

es muy especial. Muy entrañable. Los novillos-toros de Baltasar Ibán (ganadería con la que Víctor cosechó triunfos rotundos) y los novilleros Alejandro Fermín, Daniel Menes y Carlos Ochoa, acompañados por la cuadrilla al completo de

Víctor Barrio

, harán los honores al torero segoviano y, por ende, a su familia. Dani y "Carlitos" son los "hermanos pequeños" de Víctor, al que respetaban y admiraban absolutamente; ambos ya son realidades contrastadas del escalafón novilleril actual y tienen la enorme fortuna de haber "bebido" en las fuentes más puras del toreo: la de la tauromaquia de un torerazo como era, es y será siempre Víctor.

Víctor Barrio ya es LEYENDA, pero ojo, leyenda "viva" de la Fiesta. Su impronta, su ética, su estética, su carisma, su valor, su enorme pasión por una profesión que amó como pocos, su entrega, su honestidad a carta cabal, le han convertido en lo que tenía muy a mano: ser un auténtico figurón del toreo. Un pedazo de torero. Un torerazo, en suma. Y un hombre bueno en el mejor sentido de la palabra (como decía Antonio Machado). Un gran tipo, como recordó el padre Ángel en la Iglesia madrileña de San Antón. "Se torea como se es", sentenció El Pasmo de Triana Juan Belmonte con toda razón. Como quiera que Víctor era, ¡y es!, un joven excepcional, la conclusión es bien sencilla:

Víctor Barrio

toreaba, ¡torea!, como los ángeles. Su ejemplo va a cundir, ya cunde, entre sus compañeros que, conocedores de la impecable trayectoria torera de Víctor, no cesan de elogiarle y homenajearle en todo momento y ocasión. La grandeza de la Fiesta NO consiste en la tragedia del torero en el ruedo, como he leído en alguna parte. Ni mucho menos. La grandeza del toreo, de la Fiesta en suma, son las aportaciones a la Tauromaquia que Víctor nos ha dejado...Son, en definitiva, las páginas doradas de arte y valor escritas por un artista consumado como

Víctor Barrio

en el "Libro de Oro del Toreo" de todos los tiempos.

La tarde de hoy va a ser muy dura y emotiva. Para todos. Especialmente para Raquel y demás familia. Pero es necesaria, Imprescindible. Es el Día de Víctor. Está muy reciente la Puerta Grande de Víctor el pasado año en

Riaza

(estuvo colosal: brillantísimo con su primero e importantísimo con el que cerró plaza) ¿Qué podemos decir precisamente a su familia más directa? ¿A su esposa Raquel (su vida, su amor y compañera del alma tantos años)? ¿A su hermanita Ruth, a sus padres, a sus abuelos?

Riaza

os quiere familia. Familia ejemplar y admirable donde las haya. No, no hay más que decir porque "no hay palabras", como dijo el maestro Enrique Ponce a los pies de las escalinatas de la Iglesia de San Bartolomé en Sepúlveda.

Te queremos Víctor. Te vamos a querer siempre. ¡¡Va por ti TO-RE-RA-ZO!!
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