Figura 1: Vista general de la iglesia parroquial en la actualidad. ©
Riaza
Film Office. Archivo Municipal de Riaza.a documentación conservada en los archivos hizo posible estudiar la iglesia parroquial de Riaza. Los estudios realizados han permitido fechar el edifico y conocer el nombre de sus arquitectos, que diseñaron un proyecto arquitectónico de estilo neoclásico entre finales del siglo XVIII e inicios del siglo XIX.
El día 9 de junio se celebró el Día Internacional de los Archivos para concienciar y dar a conocer su importancia en su función de garantes de la legalidad, custodios de la identidad colectiva y conservadores de un Patrimonio Documental inestimable para la sociedad. En el contexto celebrativo de este año, el Archivo Municipal de
Riaza
, cuyos fondos lo sitúan dentro de los cinco archivos municipales más importantes de la provincia de
Segovia
, se ha adherido al grupo Archivos Segovianos, que componen once archivos de la capital y provincia.
Riaza
ha querido sumarse a la conmemoración presentado el valor que han tenidos los archivos permitiendo estudiar con profundidad y rigor la iglesia parroquial de la villa. La documentación conservada ha permitido una investigación que ha fechado correctamente la iglesia y dio conocer a los autores de sus trazas constructivas: Pedro Joaquín de la Puente y Guillermo Casanova, que desarrollaron su trabajo siguiendo los postulados del Neoclasicismo artístico de finales del siglo XVIII e inicios del siglo XIX.
Para entender mejor el edifico de la parroquia de
Riaza
y contextualizarla en la historia de la villa, conviene presentar los hechos abriendo la mirada. No se trata de hablar de la iglesia y explicar lo que se ve y es evidente; sino hacer comprensible lo que no se ve: el proceso histórico que permite entender el edifico que hoy tenemos, sirviéndonos de la documentación de los archivos. A lo largo de años, todas las personas que se han acercado a
Riaza
para disfrutar de su ambiente serrano, de su hospitalidad y de su gastronomía, han podido darse cuenta de la ausencia de monumentales construcciones públicas civiles o religiosas que, sin embargo, presiden otras localidades segovianas. Las causas de estas ausencias hay que buscarlas en los orígenes históricos de la villa y su posterior devenir. Los motivos de carácter político y geográfico explican este hecho. Por otra parte, la riqueza económica de
Riaza
, ligada históricamente a la explotación minera y forestal, como a la industria textil de lana merina, no se hizo ostensible en la construcción de un patrimonio monumental público, quedando reducido al edificio del ayuntamiento en el siglo XVIII y al ruedo de la Plaza Mayor en el siglo XIX. Algo más numeroso es la existencia de patrimonio privado y perteneciente a la baja nobleza hidalga, entre el siglo XVI e inicios del siglo XIX.
El origen de
Riaza
como villa y concejo está registrado en un documento de donación de 26 de marzo de 1139 otorgado por Alfonso VII, el Emperador. En esa fecha, se segregó la aldea de herreros identificada con
Riaza
, que formaba parte de la comunidad de villa y tierra de
Fresno de Cantespino
desde sus orígenes en el siglo XI, para integrarla en el patrimonio territorial del obispado de Segovia. El hecho de que
Riaza
pase a ser propiedad del obispado segoviano será determinante, pues la convirtió en una débil isla territorial de señorío episcopal rodeada y acechada por los señoríos del rey, que constituían las comunidades de villa y tierra de
Sepúlveda
, Fresno y Ayllón. Las causas del origen de
Riaza
son económicas: una aldea cuyos vecinos controlan, explotan y aprovechan los recursos mineros y forestales de la sierra; sin influencia y alejada de los núcleos de decisión política y de control militar. Este es el motivo que justifica la ausencia de construcciones monumentales del periodo medieval; ni siquiera los obispos, se preocuparon por embellecerla y engrandecerla con construcciones que simbolicen su autoridad.
Para entender la escasa influencia de
Riaza
en esta época, hay que señalar que el pequeño territorio que administraba el concejo y el obispo, no era suficiente para satisfacer las demandas económicas de los habitantes de Riaza. Para complementar las rentas de los riazanos, los reyes concedieron a la villa derechos de explotación y aprovechamiento de recursos naturales de la vecina comunidad de villa y tierra de
Sepúlveda
, conocido como el monte de los Comunes, que generará litigios hasta el siglo XX. A pesar de todo, los habitantes de
Riaza
conformaban una parroquia, que tenían su lugar de culto en una pequeña iglesia de estilo románico, similar a las que podemos ver en el resto de localidades del piedemonte. Esta pequeña iglesia pervivirá a lo largo de los siglos con reformas y adiciones hasta mediados del siglo XVIII, como ha atestiguado la documentación.
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