Riaza Los Gayumbos desde 1990

Hoy da comienzo en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid la Feria de San Isidro, o lo que es lo mismo: el Mundial de la Tauromaquia, no en vano, el coso de la calle Alcalá madrileña está considerado como el número uno del mundo, y su afición, como la más numerosa y entendida del planeta.

Serán 31 tardes de toros y arte en las que participarán los principales toreros del escalafón y las más destacadas ganaderías del país. Un ciclo taurino muy interesante y que se antoja decisivo para el porvenir de la Fiesta en lo que resta, que es mucho, del siglo XXI.

Los estamentos taurinos tienen la posibilidad de asentar definitivamente la grandeza de los Toros como expresión artística y de lírica innegable, si se toma el ejemplo de lo que ha sido y será, sin duda, el suceso más destacado del año por su trascendencia. Me refiero a la soberbia y épica tarde de toros que tuvo lugar en Las Ventas del Espíritu Santo el pasado 2 de mayo. La corrida goyesca celebrada en Madrid el sábado pasado debe marcar un punto de inflexión (positivo), un antes y un después, en el devenir del arte de Cúchares.

La épica de los toreros (Ángel Teruel, Morenito de Aranda y López Simón) frente a seis toros de impecable presentación, magníficamente rematados de hechuras y con defensas muy astifinas, con el trapío que exige la afición de Madrid y que, además, fueron bravos y nobles, de Agustín Montes, el ganadero de Montealto que con tanto rigor, profesionalidad y talento selecciona sus reses en su finca de Navalafuente a las puertas de Madrid, ha de ser la hoja de ruta a seguir por los toreros que aspiren de verdad al triunfo y los ganaderos de vocación por su labor en busca de la autenticidad de la Fiesta más bella y culta del mundo.

Si la Corrida del Siglo (XX), como se denominó a la celebrada en la Monumental de Madrid el 1 de junio (parece que fue ayer) de 1982, en la que el ganadero Victorino Martín y los toreros Francisco Ruiz Miguel, Luis Francisco Esplá y José Luis Palomar salieron a hombros por la Puerta Grande al grito unánime del público, ¡¡Esto es la Fiesta!!, supuso un cambio de rumbo en la búsqueda de la verdad de los Toros, la goyesca del 2 de mayo, sin duda, está ya, por derecho propio y para siempre, en los anales de lo mejor que se ha visto en Madrid en lo que va del nuevo siglo.

El problema principal al que se enfrenta el futuro de la Fiesta es el de la irresponsabilidad e ignorancia del poder político. La cultura y la política deben ser conceptos aliados. Nunca contrapuestos. La injerencia contaminante de intereses partidistas es lo peor que le puede ocurrir a cualquier manifestación artística, porque el principio fundamental más elemental y primario que ha de regir la cultura es la libertad. Privar a la Tauromaquia de esa libertad es tanto como privarla de su propia esencia. Cualquier manifestación cultural, cuando se infecta de tentaciones radicales o simplemente se transforma en argumento electoralista, pierde de inmediato su identidad cultural. Por ello, la Tauromaquia, como cualquier otro arte, debe respirar en libertad. La cultura ni se prohíbe ni se impone. Lo que tienen que hacer los políticos, el poder político, es defenderla y fomentarla. Y llegados a este punto, convendría recordar el artículo 44 de nuestra Carta Magna (la Constitución que votó en referéndum la inmensa mayoría del pueblo español 978) que consagra el derecho de todos los españoles al acceso a la cultura.

No quisiera, sin embargo, dar la sensación con todo lo que acabo de "decir escribiendo" que lo que quiera pretender sea ocultar los problemas de orden interno (los que atañen directamente a los entresijos de la Fiesta en sí misma). Que los hay, y muchos, y que también ponen en peligro la sostenibilidad a largo plazo de las corridas de toros. Atravesamos por momentos de incertidumbre y confusión que se han visto favorecidos por la severa crisis económica soportada desde 2007 y por los días confusos que vivimos en todos los ordenes sociales. La Fiesta no ha sido ajena a ellos. Pero creo, sinceramente, que todos los estamentos implicados en la Fiesta Brava (toreros, ganaderos, empresarios y aficionados, principalmente) deberíamos reflexionar muy seriamente sobre el futuro de los Toros. Hay muchas cosas que se pueden hacer mejor. Equivocándose los menos posible.

El toro es el principal protagonista de la Fiesta. Sin él, simplemente no existiría. Así pues, la dependencia de los criadores de toros bravos es total. De su interés y profesionalidad por mejorar los métodos de selección de vacas y machos va a depender la continuidad de las corridas de toros en las décadas próximas. Hacen falta toros que pasen a la historia, como Bastonito, Arrojado, Atrevido, Cortesano, Belador...Como "Frutero", el extraordinario 5º toro de Montealto que correspondió a Morenito de Aranda en la goyesca de hace unos días. Todos fueron toros bravos que ya forman parte de la cultura de España. Cada uno de ellos imprimió en el ruedo la personalidad y el estilo de sus creadores. El ganadero siempre mantiene la esperanza de ver embestir ese toro que cada uno tiene en su mente y en sus sueños y cuando ese momento se produce es irrepetible. La emoción de ver a un toro "cosido" en los vuelos de la muleta , o el galope franco al caballo, o el ritmo en su embestida, hacen de él un animal especial. Y los ganaderos de bravo viven para ese momento. Toros, por supuesto, que tengan raza y casta suficiente.

Casta sí, la "casta" entendida como componente imprescindible del comportamiento del animal en la plaza; esto es, como ingrediente biológico que tiene la facultad de impulsar el temperamento, la capacidad orgánica del toro para rehacerse y rebelarse ante el castigo o la fatiga, de imponer los caracteres de bravura que progresivamente han ido perfeccionando los ganaderos españoles, partiendo de la irascibilidad y propensión al ataque. No conviene olvidar que el toro de lidia es una obra perfecta de ingeniería genética, fruto de la labor de selección llevada a cabo por los ganaderos de bravo gracias a su romanticismo, intuición y dedicación. De su constancia y empeño, como ya he dicho, depende el porvenir de la Tauromaquia.

El listón, como decía, lo han puesto muy alto los "héroes del 2 de mayo" y el ganadero de Montealto, y para bien, naturalmente. Morenito de Aranda y López Simón han dado un salto de calidad que les sitúa al borde del grupo especial (igual que hizo Antonio Ferrera en la última Feria de Abril con los "victorinos") de matadores de toros, en detrimento de otros toreros más acomodados. Y ojo a los Diego Urdiales, Eugenio de Mora, Manuel Escribano, Paco Ureña, Diego Silveti, Pepe Moral,

Víctor Barrio

, Alberto Aguilar, Eduardo Gallo, Juan del Álamo..., que tendrán su oportunidad en San Isidro. Y atentos a las ganaderías de El Ventorrillo, El Montecillo, El Pilar, Capea. De entre todas ellas puede surgir alguna sorpresa agradable. En definitiva, más de un mes de toros en Las Ventas. Tiempo de hablar de toros. En Madrid, en Riaza...Allí donde cunda la afición. Y en

Riaza

hay mucha, y entendida (aunque no exenta de "enteraos" de corto recorrido).

Así ocurrirá éste sábado durante la festividad del patrono de nuestra villa del nordeste, San Gregorio. Charlas y tertulias de toros y toreros en el aperitivo que nos ofrecerá el ayuntamiento (su famosa caldereta popular), aunque eso sí, después de haber pasado por la Iglesia para celebrar los oficios religiosos del día que celebramos y haber sacado en procesión al santo. También hablaremos, naturalmente, de fútbol ante el inminente desenlace de nuestra Liga y las semifinales de Champions. De nuestras aficiones principales. Y brindaremos, por supuesto, por el ascenso de categoría de nuestro querido Sporting Riazano.

Por el albero de nuestra incomparable Plaza Mayor pasarán (supongo) los flamantes candidatos-aspirantes a dirigir el Consistorio

riazano

a partir de las elecciones del 24 de mayo, dando tregua a su campaña electoral recién iniciada, para compartir con todos nosotros anécdotas, hechos y sucedidos de nuestra villa serrana. De la "res"política, hoy no toca, ¡maañana! Y ya saben amigos, todo ello, en el centro neurálgico del Piamonte segoviano, en perfecta armonía y convivencia cívica ciudadana.

Y vuelta al principio para recordarles de nuevo que empieza esta tarde el Campeonato Mundial de Tauromaquia. De toreros y ganaderías. En Las Ventas de Madrid. ¡Ahí es ná! A dos pasos de

Riaza

, de

Sepúlveda

, de Ayllón...de Segovia. A disfrutarlo todos y que Dios reparta suerte.