La provincia sólo registró siete avisos al 112 por fuerte viento relacionados con daños leves en revocos de fachadas y ramaje
Los bomberos llenan de agua los mupis que delimitan las obras en la Plaza de la Artillería para que el fuerte viento registrado en las últimas horas no los mueva / KAMARERO
La tan traída y llevada ciclogénesis explosiva que llegó a la península el pasado domingo de la mano de la borrasca ‘Ana’ no dejó en la provincia secuelas tan importantes como las registradas en el noroeste de España, aunque la furia del viento se hizo notar sobre todo en las madrugada de ayer lunes.
El vendaval ha terminado de hacer la labor de arrastrar al suelo las últimas hojas de los árboles, que han alfombrado las calles y zonas verdes de la capital y han hecho multiplicar los esfuerzos de los servicios de limpieza para mantener razonablemente limpias de hojas las calles; pero además de este violento ‘efecto otoño’, pocas incidencias reseñables ha dejado ‘Ana’ en la provincia.
De las 645 llamadas recibidas por el centro de emergencias 112 procedentes de toda la región, contabilizando más de 430 incidencias,
Segovia
fue la provincia que menos recurrió a este servicio, con tan solo siete llamadas registradas.
Por su parte, los bomberos realizaron varias salidas para la consolidación del revoco de algunas fachadas de edificios o la retirada de ramas de árboles, sin que se registraran problemas reseñables.
En la provincia, la estación de esquí de
La Pinilla
se vio obligada a cerrar al público sus pistas por las rachas de fuerte viento reinantes en la zona, que llegaron a alcanzar los 128 kilómetros por hora.
El viento no fue decisivo protagonista pero si la lluvia y la nieve, que no dejaron de caer de forma intermitente pero constante a lo largo del día. En los puertos de Navacerrada y Cotos, la nieve llegó a complicar mucho el tráfico a última hora de la tarde, y la DGT estableció el nivel negro restringiendo el acceso de vehículos, que después dio paso a la obligatoriedad del uso de cadenas para la circulación.
La Delegación del Gobierno desactivó la alerta por nevadas que afectaba a ocho de las nueve provincias de Castilla y León –todas excepto Valladolid– y la mantiene sólo en la de León, en la zona de la Cordillera Cantábrica.
Así, se desactiva salvo en León la fase de alerta por nevadas del Protocolo de coordinación de actuaciones ante situaciones meteorológicas extremas que puedan afectar a la red de carreteras del Estado, han informado a Europa Press fuentes de la Delegación del Gobierno.
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