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Las últimas lluvias y el deshielo está dejando una situación complicada en algunos puntos del nordeste segoviano. Tierras y caminos anegados es lo que están padeciendo estos días los agricultores que forman la Comunidad de Regantes de la Cabecera del Río Ríaza compuesta por localidades de Burgos y de Segovia. El presidente de la entidad, Serafín Calvo define la situación de bastante preocupante ya que hay más de 400 hectáreas afectadas. Hay parcelas que ya estaban sembradas con cereal y remolachas que incluso habían nacido y otras estaban preparadas para la siembra de patata o maiz.

El agua que anega estas tierras procede del embalse de Linares del Arroyo que está practicamente al 98% de su capacidad según explica Calvo, que recuerda que hace cinco años vivieron una situación similar pero que tuvo peores consecuencias. Desde la Comunidad de Regantes piden que se tenga más contacto entre la Confederación Hidrográfica del Duero y las Comunidades de Regantes para evitar que el desembalse de aguas afecte sobremanera a las parcelas.

"En estos momentos están soltando unos 20 metros cúbicos por segundos para que el agua no llegue a la carretera a la N-122, el agua está prácticamente al limite de la carretera pero si está anegando cultivos. Para que no saliera del río debería venir a unos 8 metros cubicos por segundos", explica. Desde la Comunidad esperan que el lunes puedan reducir a esta cantidad y con suerte en tres semanas los cultivos se normalicen.