Riaza Los Gayumbos desde 1990

La Gimnástica Segoviana se jugaba el pasado domingo en Madrid su ser o no ser: mantenerse en el Grupo I de Segunda B o bajar al Grupo VIII de la Tercera División. Para ello había que ganar en el estadio municipal "Vicente del Bosque" al equipo local, el Unión Adarve, y que, por añadidura, los resultados de los equipos involucrados en el descenso (Pontevedra, Ferrol, Coruxo y Toledo) favoreciesen nuestras expectativas. El objetivo, si no imposible, sí que era muy difícil. No pudo ser y... a la tercera no fue la vencida. No se dieron ninguna de las dos circunstancias: perdimos por 3-1, y los otros marcadores no nos fueron favorables. La verdad es que practicar buen fútbol sobre el terreno de juego de césped artificial (más apto para la práctica del hockey o el rugby) del Adarve no es nada sencillo. El balón (?) bota siempre 2 o 3 metros más alto que en un campo de césped natural, sobre todo en lanzamientos largos y es prácticamente imposible dar tres pases seguidos intentando dar continuidad al juego. Nuestros aguerridos jugadores lo dieron todo, y nada hay que reprocharles; pero el conjunto rojinegro del Barrio del Pilar madrileño, más acostumbrado y adaptado al falso tapiz cuya utilización es incomprensiblemente permitida por la Real Federación Española de Fútbol, fue ligeramente superior en batalla tan desigual. La realidad es que de haber ganado el partido que jugamos la semana anterior en La Albuera frente al Valladolid B, y vistos los resultados de la última jornada, la Gimnástica hubiera eludido el descenso automático. Ahí estuvo nuestra gran oportunidad, pero perdimos ése partido cuando ni el más pesimista de los seguidores de La Sego contaba con ello.

Los aficionados y seguidores segovianos, llegados desde la capital del Acueducto y desde todos los rincones de nuestra bellísima provincia castellana, abarrotaron la tribuna principal del "Vicente del Bosque" dando en todo momento, y como no podía ser de otra manera, un admirable ejemplo de comportamiento cívico, convivencia pacífica y fair play deportivo. Yo había quedado con mis buen amigo Roberto Gómez (el popular periodista deportivo), que la noche anterior, en el transcurso del programa deportivo que dirige José Ramón de la Morena ("El Transistor" de Onda Cero), del que él es subdirector, se declaró seguidor de la Gimnástica desde siempre, además de con los riazanos Sergio, Héctor y Pedro que siguen a la Gimnástica por donde quiera que va, lo mismo que "El Viejo". Finalmente Roberto no pudo acercarse hasta el "Vicente del Bosque" porque tuvo que acudir al programa "Estudio Estadio" de TVE.

Como he dicho antes, el "todo

Segovia

futbolero" acompañó hasta el último partido a su equipo prestándole todo su aliento y ánimo, porque la Gimnástica sí que es más que un Club: es una historia deportiva (romántica y social, cultural y económica) de un club que se ha desarrollado en paralelo al crecimiento de la ciudad y sus habitantes, con sus noticias felices y sus tristezas.

Ahora toca mirar hacia adelante..., transcurridas las primeras horas de lógica decepción por lo acaecido el domingo en Madrid, hay que decir que nadie debería rasgarse las vestiduras. Al contrario: hay que ser positivos. El fútbol ha sido cruel con la Gimnástica Segoviana esta temporada. Injusto. Pero la Gimnástica, club y afición, son todo un ejemplo de lo mejor de los valores en el deporte (compromiso, esfuerzo solidario, amor a los colores, sacrificio), y todos los segovianos como yo (

riazano

de adopoción) nos hemos de sentir muy orgullosos de nuestros jugadores, del equipo técnico dirigido por Abraham García, un entrenador de primera división que dejó enorme huella en la cantera del Real Madrid, y de la directiva presidida por el siempre discreto y eficaz Agustín Cuenca. Llegan ahora tiempos para la reflexión tranquila en busca de un nuevo impulso que nos lleve a recuperar, más pronto que tarde, la categoría perdida que es, hoy por hoy, el lugar en el que nos corresponde estar.

Habrá que tomar, sin duda, decisiones procurando que sean las óptimas. Ésta es siempre la actividad más importante de los gestores deportivos. Una verdad cuya puesta en práctica encierra un complejo aparato de información (el uso del Scouting y la Big Data se hacen imprescindibles en el deporte y, principalmente, en el fútbol base), análisis, soporte técnico y financiero (más sponsors y más apoyo institucional por parte de la Diputación y del Ayuntamiento)... y, sobre todo, imaginación, audacia y talento personales. Nueve triunfos y doce empates no nos han servido. Tampoco ha sido suficiente con alcanzar los 39 puntos que, por ejemplo, en Primera División si han servido para evitar el descenso, lo cual dice mucho de la igualdad del grupo en que estaba encuadrado la Gimnástica. ¿cómo hacer entonces para tomar tales decisiones? Hemos de sacar conclusiones de nuestra experiencia durante la temporada que acaba de concluir, y también de la ajena. Hay que aplicar una innovación constante para así tomar decisiones correctas en el momento más adecuado. Algo tiene que cambiar. No lo fiemos todo a la intuición, aunque a veces sea necesario apoyarse en ella. Siempre hay una alternativa valiosa para lograr un crecimiento formal. Y la Gimnástica va a seguir creciendo. Ya lo creo. Hay que buscar la excelencia en todo lo que hagamos. Y La Segoviana está en ello. Su ciclo vital de 90 años es impecable, en fondo y forma, somos un Club histórico, y estoy seguro de que su presidente, sus directivos, sus técnicos y su plantilla de jugadores están capacitados para ofrecernos lo mejor, y lo mejor aún está por llegar y llegará. ¡¡Aúpa Gimnástica!!