Piden penas que suman 56 años de cárcel para una banda acusada de 15 asaltos a viviendas de
Riaza
Los siete acusados, ciudadanos de origen rumano, se sentarán en el banquillo de la Audiencia de
Segovia
el 29 de mayo
Siete ciudadanos de origen rumano se sentarán el día 29 de mayo en el banquillo de la Audiencia Provincial de
Segovia
acusados de una oleada de robos cometidos en viviendas de la localidad de
Riaza
, en el nordeste de la provincia, entre agosto y octubre de 2014. La Fiscalía pide ocho años de prisión para cada uno de los acusados, seis por un delito de robo con fuerza y otros dos por pertenencia a grupo criminal.
A través de las investigaciones seguidas en la provincia de Madrid, y también gracias a la información aportada por diferentes ciudadanos, la Guardia Civil de
Segovia
detectó la existencia de una organización criminal con historial delictivo, perfectamente estructurada y jerarquizada, que se dedicaba a cometer de robos con fuerza en las cosas, tanto en viviendas habitadas como segundas residencias, localizadas en zonas alejadas al lugar de residencia de los miembros del grupo.
En grupos de tres
Según el escrito de acusación, los siete acusados «se dividían en grupos de tres, alternando la composición de los mismos», para cometer los robos en la misma zona y en horas similares. Mientras que dos de ellos asaltaban la vivienda, el tercero permanecía en el vehículo utilizado para el desplazamiento –de gama media-alta– para realizar funciones de vigilancia y favorecer la huida.En los quince asaltos a casas, a las que accedían forzando puertas y ventanas, sustrajeron principalmente joyas y relojes, además de cámaras de fotos, tablets y dinero. Los efectos robados eran vendidos en establecimientos de compra de oro y entre su círculo de allegados. También se sacaban de España en dirección a Rumanía, país originario de los presuntos integrantes de la red.
La denominada `operación Riaza´ permitió esclarecer una veintena de robos en viviendas, 15 de ellos ocurridos en la zona de
Riaza
; tres en Venturada (Madrid); uno en Otero (Toledo); uno en Pastrana (Guadalajara); y uno en Nuevo Baztán (Madrid).
Con la autorización del Juzgado de Instrucción de
Sepúlveda
, la Guardia Civil efectuó registros en las localidades madrileñas de Torrejón de Ardoz y Arganda del Rey, donde se recuperaron efectos procedentes de los robos. Los agentes también intervinieron un inhibidor de frecuencias, utilizado para anular las alarmas de las viviendas, y un geolocalizador. El uso de esta tecnología dificultaba a los agentes el control de la actividad de la banda.
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