Riaza Los Gayumbos desde 1990

A elecciones nuevas, pueblo nuevo. Con la vista puesta en los nuevos comicios municipales, que llegarán en menos de 8 meses, los municipios de España se han rascado los bolsillos. Las localidad más pequeñas, aquellas que no son capitales de provincia, han disparado su gasto en licitaciones entre enero y junio en este 2018 hasta un 60% por encima del mismo periodo de 2017, según los datos ofrecidos por Seopan.

La prisa de las localidades para licitar nuevos proyectos, reside en la idea de que puedan estar finalizados antes de los comicios. De hecho, el gasto en este tipo de proyectos se ha disparado un 60% respecto a 2017, pero hasta un 181% respecto al mismo periodo de 2016. Además, los cerca de 1.300 millones licitados en estos primeros seis meses, están muy por encima de cualquier valor registrado después de la crisis. De hecho, es un 100% superior al valor de 2015, año de elecciones municipales, y un 121% al gasto del mismo periodo de 2014, justo cuando quedaba el mismo tiempo para las siguientes elecciones que ocurre ahora en 2018.

Pese al despertar de la inversión pública en las licitaciones de los municipios, todavía está muy lejos de los valores que tomó dicho indicador durante la burbuja. De hecho, para hacerse una idea de la ingente cantidad de dinero que movieron las licitaciones durante la burbuja, solo en junio de 2007 se licitaron proyectos por más de 604 millones de euros, una cifra prácticamente superior a la que registraron entre enero y junio en los años 2014, 2015 y muy cerca del de 2016.

Por ello, muchas de las nuevas licitaciones y grandes obras en este 2018, poco tienen que ver con aquellas obras mastodónticas que se erigían sobre cualquier pequeño municipio en España. Ahora, pese a que el gasto se ha disparado respecto a los años posteriores a la crisis, la ambición es bastante menor, y los proyectos que más recursos acaparan son los de reparación, o rehabilitación.

De hecho, según los mismos datos aportados por Seopan, señalan que solo en el apartado de jardines y parques el gasto entre enero y junio de 2018, se ha disparado un 508% respecto al mismo periodo de un año antes. A escasos 100 kilómetros de la capital de España, Madrid, una pequeña localidad llamada

Riaza

es un claro ejemplo. Recientemente, el ayuntamiento socialista del municipio, decidió que se debían cambiar los columpios de uno de sus parques más visitados. A razón de más de 17.000 euros y con el anuncio pertinente.
Los grandes ayuntamientos también se engalanan

Riaza es solo un ejemplo más entre tantos en España. A poco más de 100 kilómetros de la localidad, el Ayuntamiento de Soria señalaba que para estas navidades doblaría su gasto en iluminación para la ciudad. El Ayuntamiento de Cádiz sacó a licitación recientemente una de la primeras fase de urbanización de una de sus avenidas por medio millón de euros. Es más, pese al fuerte aumento en jardines o parques, es la partida de urbanización una de las que más recursos ha absorbido, doblándose respecto a hace un año.

Si bien, son las pequeñas localidades las que más han aumentado las licitaciones en los últimos meses, son los ayuntamientos de las capitales de provincias las que tienen un desempeño medio más alto. El informe de la patronal, ofrece un estudio de la media móvil del gasto en los diferentes agentes económicos y en ella destacan las capitales con un 54% de gasto, media móvil a 12 meses, por lo que están más involucradas en el gasto.

Entre ambas, junto a Diputaciones, han ocupado cerca del 50% de todo el volumen de licitaciones, en euros, que se han llevado a cabo en España. El peso en las nuevas contrataciones de la Administración local ha ido ganando peso con el paso de los años, a medida que se acercan las elecciones. El peso de los municipios en el gasto en licitaciones ha pasado del 27% en 2015, al 28% en 2016, para ocupar un 43% en 2017 y alcanzar el 48% en 2018.

Por último, las autonomías también han empezado a ganar peso de cara a sus comicios. Aunque se debe recordar, que no todas las autonomías celebrarán sus elecciones puesto que algunas como Galicia o Cataluña tienen otro calendario. Pese a ello, las licitaciones en 2018 han sido un 28,4% por encima de las 2017 y hasta un 86,6% respecto a los seis primeros meses de 2016.

Por su parte, la Administración Central ha sido la que más ha reducido sus licitaciones después de los años de elecciones que se vivió en 2016. De hecho, la suma de 2017 y 2018, apenas representa un 56% de lo que se gastó en 2015 y 2016. Con ello, su peso sobre las licitaciones totales cayó del 47% que supuso la Administración Central en 2016, al 21% en estos meses de 2018.

Gasto político en busca de nuevos votantes

La licitación de obras es uno de las estrategias más utilizadas por los políticos, en especial en regiones pequeñas en las que no tienen en su mano el gasto social, para obtener rédito político. De hecho, existe un gran número de publicaciones científicas sobre su utilización y los resultados obtenidos. Entre ellos, destacan los de Solé-Ollé y Sorribas-Navarro (2008) y el de Voigtlaender y Voth (2014).

En dichas publicaciones se hacía hincapié en los incentivos electorales que llevan a financiar obras o proyectos que están lejos de satisfacer criterios de bienestar o idoneidad, y solo buscan un rédito electoral. Aunque, al contrario de lo que se piensa, según los datos de los informes, el gasto busca más ganar los votos indecisos y aquellos que no habían votado anteriormente que reforzar su mayoría. Así lo demostró otro trabajo sobre los resultados del famoso `Plan E´ de José Luis Rodriguez Zapatero, que en especial afectó positivamente a la participación en los siguientes comicios. Esto es que la participación creció con más fuerza en aquellos lugares que recibieron mayor financiación. Además, el efecto era más potente a medida que el municipio era más pequeño.