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La Guardia Civil ha desarticulado un grupo delictivo dedicado al expolio y falsificación de material arqueológico tras detener a nueve personas, cuatro de ellas en las provincias de Valencia y Alicante, y recuperar más de 30.000 piezas que habían sido expoliadas de yacimientos terrestres, la mayoría de ellos de Bulgaria, y un gran número de monedas falsas. La operación Sárdica se ha saldado también con la incautación de 180.000 euros en metálico y la intervención de abundante material que los detenidos utilizaban para acuñar, fabricar y envejecer piezas que posteriormente vendían a través de internet con una datación falsa.

El Grupo de Patrimonio Histórico de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil inició las investigaciones tras una solicitud de colaboración por parte de las autoridades de Bulgaria para desarticular la organización criminal. Además de las nueve personas arrestadas en las provincias de Valencia, Alicante, Murcia y

Segovia

, otros cuatro miembros del grupo delictivo fueron detenidos en Bulgaria con la colaboración de la policía de este país.

Los individuos arrestados están acusados de los delitos de pertenencia a organización criminal, contra el patrimonio histórico, contrabando, estafa, receptación, blanqueo de capitales, falsedad documental y alteración de precios de concursos y subastas. El juez de Torrent que instruye el caso decretó el ingreso en prisión de cinco de las personas detenidas. El jefe y otros dos miembros del grupo delictivo fueron arrestados en la ciudad de Valencia. Además de las piezas recuperadas, la Guardia Civil confiscó también los aparatos que la organización criminal utilizaba para detectar metales.

Venta ilegal de piezas

Según las investigaciones, varios miembros del grupo vendían objetos de interés arqueológico, principalmente monedas, a través de conocidas páginas de compraventa en internet. Estos individuos tenían diferentes perfiles y actuaban en connivencia para elevar los precios en las subastas con el objeto de obtener mayores beneficios económicos. Tras las primeras pesquisas, la Guardia Civil pudo constatar que los líderes de la organización en España estaban afincados en Valencia y mantenían cierta estructura delictiva y ramificaciones en las provincias de Alicante, Murcia,

Segovia

y Zaragoza.

El jefe del grupo delictivo solía viajar a Valencia una o dos veces al mes para controlar las operaciones fraudulentas. Tras recibir esta información, varios guardias civiles de paisano siguieron al cabecilla para identificar a los restantes miembros de la banda y buscar el taller clandestino donde falsificaban las piezas arqueológicas. Los agentes registraron una nave industrial en Torrent y tres viviendas en la ciudad de Valencia.

Desde el inicio, los investigadores crearon un equipo de trabajo conjunto bajo el marco de Europol y Eurojust, organismos que han jugado un papel fundamental para la coordinación de los cuerpos policiales y la tramitación de los correspondientes auxilios en materia penal que posibilitaron la detención de varios cabecillas del grupo delictivo en Bulgaria. Entre los objetos intervenidos destacan más de 20.000 monedas auténticas y falsificadas, piezas de cerámica griega y romana, cascos, urnas funerarias, fíbulas, lucernas, anillos, hebillas, amuletos, puntas de flecha y lanzas, tallas romanas en piedra, un molde para elaborar piezas y 36 cuños para falsificar monedas. Los agentes también confiscaron gran cantidad de piezas pendientes de catalogación.

La importancia de esta operación policial radica en el gran número de personas afectadas a nivel mundial por la compra de piezas falsas a través de internet. El Grupo de Patrimonio Histórico de la UCO de la Guardia Civil realizó las investigaciones con el apoyo de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Valencia, bajo la supervisión del Juzgado de Instrucción número 1 de Torrent. Tres de las detenciones tuvieron lugar en Valencia, cuatro en Murcia y los otros dos arrestos fueron en Alicante y el municipio de

Riaza

(

Segovia

).