Riaza Los Gayumbos desde 1990

Jamás se había hecho una defensa tan decidida y desacomplejada de la tauromaquia como la que llevó a cabo el ganadero y presidente de la Fundación Toro de Lidia, Victorino Martín, en la Comisión de Cultura del Senado el pasado martes día 22. Su discurso no tuvo desperdicio. Victorino fue muy rotundo al exponer con máxima concreción y brillantez a "sus señorías" las virtudes y bondades de una Fiesta, de una tradición secular, que está sufriendo y soportando los ataques injustos de buena parte de nuestra sociedad civil alentada por la ignorancia y desconocimiento de muchos, y las "malas artes", demagogia incluida, de otros.

Compareció Victorino como ganadero según sus propias palabras "en representación de una estirpe que ha seleccionado durante cientos de años un animal, el toro bravo, que además de ser la imagen más reconocida de España en cualquier punto del planeta, es uno de los tesoros genéticos de nuestro patrimonio", y, sobre todo, lo hizo como presidente de la Fundación Toro de Lidia "una entidad de la sociedad civil que representa a todo el mundo del toro, tanto a los profesionales como a los millones de amantes de la cultura del toro en todas sus expresiones. La del toro en la plaza, pero también la de los encierros, los cortes y recortes, la de los bous al carrer, la de los correbus, el toro de cuerda o tantas otras. El toro vertebra desde hace siglos nuestro territorio". La firmeza expresiva, ya digo, su elocuencia y léxico inmejorable, y, especialmente, la fuerza de su argumentario, bien hubiera merecido (como escribe Paco Mora en Aplausos) la salida por la "puerta grande" del Senado del ganadero de Galapagar a hombros de la afición. Lean sino, queridos lectores de El Adelantado (sean o no aficionados a los toros) la conferencia magistral, la alocución del presidente de la FTL al completo (la encontrarán en cualquier medio informativo). Merece la pena.

Si como muestra vale un botón, aquí les dejo algunas de las frases sueltas, redondas y rotundas, con las que Victorino (¡qué orgulloso estará de él su progenitor!) dio un aldabonazo sonoro y definitivo que marcará un antes y un después, un punto de inflexión, a partir del cual todo debería cambiar para el futuro de nuestra incomparable Fiesta Brava. Vean, vean: "La Tauromaquia es el regalo cultural de España al mundo, sin ella se aniquilaría ese tesoro. Un mundo sin manifestaciones culturales sería mucho más pobre, la vida sería mucho más plana. Nos privaríamos de emociones, seríamos más elementales. Al final nos convertiríamos en animales, que es lo que buscan algunos". "El movimiento animalista es una hecatombe para la ecología, la cultura y la economía, al imponer un orden moral destructor de todo lo que el hombre ha hecho. Se trata de una filosofía que pretende igualar a hombres y animales. Es la aniquilación del mundo rural. Buscan una sociedad plana, que no piense, que sea fácilmente manipulable; en definitiva una sociedad sin raíces ni señas de identidad". "Lo que sí podemos pedir y exigir es respeto para una manera de sentir y vivir. No quiero que nadie me imponga sus gustos, ni me diga como tengo que vivir, cómo tengo que pensar, con qué puedo disfrutar". "La tauromaquia, ¿es necesaria? ¿Y la danza? ¿Y la música? ¿Y el teatro? ¿Son necesarios? Las expresiones culturales son alimentos para el alma. A lo mejor no hacen falta para la subsistencia física, pero sí para la cultural, que nos ayuda a crecer y mejorar". Muchas más cosas dijo Victorino...No me cabe la menor duda si afirmo que la "tesis" doctoral expuesta por el presidente de la FTL en el Senado ha sido el alegato más racional, auténtico y pasional de cuantos se hayan hecho nunca en defensa de los toros. Victorino y la Fundación Toro de Lidia nos han marcado el camino a todos los aficionados al arte de Cúchares. Ya tenemos nuestra hoja de ruta para ejercer nuestro derecho a elegir nuestras opciones culturales sin complejos.

Son muy numerosas las peñas y asociaciones taurinas que hacen una excelente labor en pro de la Fiesta a lo largo y ancho de nuestra comunidad castellano-leonesa. En

Segovia

la Peña El Espontáneo lleva décadas haciendo pedagogía de las corridas de toros. En la villa de Los Fueros, en

Sepúlveda

, nació en 1910 y tiene su peña el genial Víctoriano de La Serna; también allí la Asociación Cultural Amigos de

Víctor Barrio

, el grandísimo torero grajerano-sepulvedano que tantas tardes de gloria nos dio antes de ser herido mortalmente por un toro de Los Maños en la plaza de toros de Teruel el 9 de julio de 2016, y la Fundación

Víctor Barrio

, igualmente con sede en

Sepúlveda

, acerca a los niños el mundillo de los toros con una serie de ejercicios didácticos adecuados a su edad y de magnífico nivel educativo. Un poco más al nordeste, en nuestra incomparable villa alpina-piamontesa de

Riaza

, la Asociación el Toro de los Mozos de

Riaza

tiene como principal objetivo la defensa de nuestras tradiciones más populares: los encierros, la pureza e integridad de todo tipo de festejos taurinos, y el mantenimiento de una de las esencias más singulares del legado de nuestros antepasados: "la vaquilla" y/o "el toro de los mozos". Por cierto, la ATMR ha organizado para este sábado día 2 en el salón de plenos del consistorio

riazano

una conferencia-coloquio con el periodista y escritor navarro, portavoz de la Fundación Toro de Lidia, Chapu Apaolaza, que promete ser muy interesante y que moderará Vanessa Santos-Linares. Por último, la prestigiosa y ya veterana Peña Taurina de

Riaza

prosigue en su ingente labor de promoción y apoyo al toreo por todos conocida con la entrega de sus galardones anuales, sus viajes a ganaderías, sus cenas y tertulias taurinas que hacen las delicias de los aficionados taurinos riazanos...

Amigos, ahora o nunca. Es el momento de defender la tauromaquia con orgullo y honor. Sin petulancia alguna. Conquistemos la democracia para lograr la libertad que nos permita elegir nuestras aficiones lúdico-artísticas como nos plazca frente al desafío totalitario de los intolerantes. De los que quieren acabar con la cultura de la lidia, con su ética, con su estética. Convenzamos con argumentos a quien quiera escucharnos, y si no puede ser así, que respeten "la fiesta más culta del mundo" como dejó escrito en 1936 Federico García Lorca meses antes de ser asesinado. Ya está bien de desaires y desprecios. Hace tiempo el actual presidente del Gobierno dijo aquello de que "a mí no me verán nunca en una plaza de toros". Nada que objetar. Me parece bien y nadie le va a echar de menos. Al menos nos respetó algo más que su ministra de Transición Ecológica al decir "si por mi fuera prohibiría los toros y la caza", o lo que dijo más tarde el ministro de Fomento cuando nos insultó a los taurinos llamándonos "casposos"; el asunto tiene su "guasa" por decirlo él, que no es precisamente el paradigma de los buenos modales y el buen gusto. Y es que la ignorancia suele dar paso a la osadía. En fin, sinceramente, conceder importancia a juicios tan gratuitos no merece la pena.

Desde muy niño acudí a las plazas de toros de la mano de mi padre. Más de 40 años como abonado (tendido1, fila3) en Las Ventas. Aproximadamente 2.600 festejos presenciados solamente en Madrid. Cientos en otras plazas españolas y todos los celebrados en

Riaza

desde que tengo uso de razón. La carrera, y ya acabo, de aficionado es muy larga.. como para que vengan ahora cuatro indocumentados a prohibir la legalidad vigente.

Larga vida, pues, al Toreo... que ya pronto llegan los Miuras a "La Candelaria" de Valdemorillo, los "albaserradas" de Victorino a Valencia y a Las Ventas el domingo de Ramos... Sí, ya está aquí la nueva temporada. No se la pierdan. ¡Ah! y a Victorino Martín, chapó y muchas gracias en nombre de la afición.