Riaza Los Gayumbos desde 1990

Una excursión de la Camper Nissan NV200 es otra manera de hacer ruta. Hay que empezar por una muy clásica,

Riaza

es una buena elección.

Riaza

está a 1.200 metros de altitud, por lo que en invierno es imprescindible ir bien abrigado y, si es verano, qué mejor sitio para huir del calor. Su Plaza Mayor porticada es buen ejemplo de lo que la sierra segoviana ofrece arquitectónicamente. Además, cada mes de septiembre se transforma en una auténtica plaza de toros durante las fiestas patronales.

Los amantes del senderismo saben que una escapada hasta el puerto de la Cebollera y Riofrio de

Riaza

es una excursión obligada. Un lugar que ha sido el señuelo para iniciarnos muchos en el senderismo. La opción de llegar hasta el Grado del Pico y los Pueblos negros o los Pueblos Rojos no es nada despreciable.



Esa sensación de fin de semana primerizo se prolonga también en la NV200. Este modelo sigue siendo el referente para muchos que se acercan por primera vez al mundo "furgo". La NV200, camperizada por Bram, empresa con sede en Cataluña, es la opción perfecta para nuestra escapada. Su versión pequeña NV200 es perfecta si buscamos una camper "mini" de 4 plazas y sus camas correspondientes, pero con multitud de posibilidades para uso diario debido a su tamaño limitado. La nueva NV300, mantiene esa flexibilidad de acción, pero los espacios son mucho mayores.

Algo parecido sucede con esta carretera. Los pueblos más pequeños mantienen mejor su encanto. Siguiendo por la

N-110

, se pasa por pueblos como Prádena, o La Mata, en los que siempre es interesante parar para conocer un poco mejor la

Segovia

rural. Son pueblos pequeños, cada uno con su encanto y su historia, que merecen una pequeña visita, además en Prádena hay que dejar el coche si lo que se quiere es hacer una excursión por las laderas de Somosierra, o por los vecinos bosques de enebros y por el acebal más meridional de España. Navafría es un buen puerto para probar las posibilidades de nuestro nuevo capricho en carretera de montaña.



Por supuesto, un poco de historia. A la altura de Arcones se toma el desvío hacia Pedraza, siguiente destino en la ruta del cordero. Pedraza es uno de esos lugares que ha sabido sacarle partido a su condición de villa medieval. Enclavada en lo alto de una colina y parcialmente amurallada, está dibujada por una sucesión de callejuelas que llevan a la plaza mayor con su iglesia, su ayuntamiento y su botica.

Para entrar a la Villa hay que pasar por lo que en el medievo fuera la cárcel, cuyas puertas muestran un interior de lo más interesante. Frías mazmorras, graffiti de los presos y algún que otro instrumento de persuasión. Pernoctar en el parking ubicado a las afueras de la villa y ver como el amanecer llega a Pedraza, mientras nos tomamos un primer café es algo inolvidable.

A la hora de pasear, por sus callejuelas, en cada calle encontramos una sorpresa. Hay tiendas de artesanía, todas por cierto con ese gusto que las delata como tiendas destinadas a los visitantes de gran ciudad. Es fácil encontrar restaurantes y hotelitos con grandes dosis de estilo, por no hablar de las propias viviendas de los habitantes de Pedraza, muchas de las cuales son de veraneantes o para el fin de semana.

Algo parecido sucede en Sotosalbos, donde vale la pena detenerse a ver de cerca la iglesia románica que es una de esas que siempre salen en los libros de arte como claro ejemplo del arte románico y en Torrecaballeros para degustar la buena gastronomía segoviana, tan básica como sabrosa y contundente. Si nuestro presupuesto es bajo, un buen plato con dos huevos fritos y un buen taco de lomo sigue siendo la mejor opción.



La

N-110

conduce hasta

Segovia

, pero siempre podremos recorrer las pequeñas carreteras que llevan a otros pueblos de la zona. Asadores, castillos y ese olor a cosecha de cereal. Más información: www.segoviaturismo.com