El último padrón oficial indica que el número de habitantes solo ha aumentado en 63 municipios de la provincia, entre ellos siete del alfoz de la capital
Buena parte de los municipios de la provincia registran descensos del número de habitantes, lo que indica que tienen una población envejecida. / Nerea Llorente
La población de más del 60% de los pueblos de la provincia continúa a la baja, según se desprende de los datos definitivos del padrón municipal a enero de 2019, publicados recientemente por el Instituto Nacional de Estadística.
En total son 132 los municipios segovianos que perdieron población en relación con el año anterior, entre ellos una quincena de los 22 que podrían tener, en teoría, mejor proyección por tener más de 1.000 habitantes.
En este sentido el padrón municipal registró una reducción en
Ayllón
, Cantalejo, Carbonero el Mayor, Coca, Cuéllar, El Espinar, Nava de la Asunción, Navas de Oro, Navalmanzano, el Real Sitio de San Ildefonso,
Riaza
,
Segovia
,
Sepúlveda
, Valverde del Majano y Villacastín, aunque en tres de ellos, Cuéllar,
Riaza
y Valverde del Majano la merma solo fue de tan solo un vecino.
Por otro lado, hay que destacar que la alcaldesa de
Segovia
, Clara Luquero, anunció el pasado día 4 que el padrón de la capital segoviana puede haber aumentado en torno a medio millar de habitantes en 2019, aunque advierte que se trata de una cifra provisional que tendrá que confirmarse en marzo una vez que se ajusten los datos.
Destaca, entre otros, la reducción casi un 6% de sus habitantes en tan solo un año en
Sepúlveda
, que se acerca peligrosamente a la posibilidad de perder el millar de habitantes, ya que el INE le asigna 1.003 como dato definitivo a 1 de enero de 2019.
Hay que tener en cuenta, además, que
Sepúlveda
es, entre los pueblos cabecera de comarca, el que más población ha perdido en la última década, en torno a un 20%, ya que en enero de 2010 su padrón indicaba un total de 1.255 habitantes.
Navalmanzano pierde el 1,3% de sus vecinos empadronados en un año y también muestra una tendencia peligrosa, al situarse en 1.049.
Por otro lado, merece la pena detenerse en municipios que llegaron a superar los 1.000 habitantes y ahora se encuentran por debajo de esa cifra y con pocas perspectivas a corto plazo de recuperarla. Entre ellos se encuentra Santa María la Real de Nieva, que en diez años ha pasado de 1.193 a los 972 del último padrón definitivo, una caída del 18,5%. Solamente en 2018 perdió 27 vecinos.
PENSIONISTAS
Estos dos municipios son solo una muestra del proceso de envejecimiento de la provincia de
Segovia
, especialmente evidente a partir de la crisis económica que frenó la llegada de población extranjera.
Al cruzar los datos de población con los de pensiones (tomando como referencia la información por municipios facilitada por el Gobierno a un senador murciano en 2018), llama la atención que en 14 localidades segovianas más de la mitad de sus habitantes recibe alguna pensión: Adrados, Arevalillo de Cega, Aldeanueva del Codonal, Calabazas de Fuentidueña, Cilleruelo de San Mamés, Cobos de Fuentidueña, Frumales, Melque de Cercos, Moral de Hornuez, Membibre de la Hoz, Santa Marta del Cerro, Sotillo, Torreadrada, Ventosilla y Tejadilla.
Aproximadamente otra decena, entre ellos Pinarnegrillo, Fuente de Santa Cruz o Sauquillo de Cabezas se aproximan ya a esa proporción de pensionistas y en la mayoría de los municipios Segovianos al menos uno de cada tres o uno de cada cuatro vecinos es pensionista.
¿DÓNDE AUMENTA EL PADRÓN?
La otra cara de la demografía provincial la ofrecen los 63 municipios donde han aumentado los empadronados, destacando en este sentido siete del conocido como alfoz de
Segovia
: Espirdo,
Hontanares
de Eresma, La Lastrilla, Palazuelos de Eresma, San Cristóbal de
Segovia
, Trescasas y Torrecaballeros. A ellos se ha sumado Cantimpalos dentro del grupo de los que tienen más de mil habitantes.
El principal crecimiento interanual se ha producido en
Hontanares
de Eresma, donde el padrón ha aumentado un 4,1%, al pasar de 1.404 en enero de 2018 a 1.464 un año después. En la última década la población de este municipio se ha incrementado un 30% pero es que en 1996, cuando el INE empezó a publicar la serie, tan solo tenía 158, lo que indica una transformación digna de estudio.
Evoluciones parecidas han experimentado poblaciones como Espirdo (un aumento del 31,5% en diez años), Palazuelos de Eresma (22%) o Trescasas (19%) pero también municipios más pequeños como Bernuy de Porreros (13%) o Cabañas de Polendos (16,4%).
En una de las zonas de la provincia con más despoblación despunta Maderuelo con un aumento superior al 40% en solo un año, de 97 a 168 empadronados.
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