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Cazar no es sinónimo de accionar un gatillo. Los buenos cazadores se sirven del rifle, la escopeta, la cámara y el ojo. Es el caso de nuestro colaborador

Eugenio Martín

“El Mani”, quien además de torero es un gran apasionado de la cinegética y la naturaleza.

En su cuenta de Instagram @caza_duendes comparte vídeos de fauna que filma durante sus jornadas de campo. Aunque muchos de sus vídeos los protagonizan corzos —de ahí el nombre de la cuenta— también tiene fantásticas escenas de jabalíes, como la que os dejamos a continuación.

Corzos alerta

Una tarde Eugenio salió al campo en busca de los duendes, no con el fin de cazar sino con el objetivo de observar su comportamiento y disfrutar de ellos. “Soy un friki de los corzos” —afirma—. Consigo llevaba su iPhone 14 y un monocular, el material que utiliza para grabarlos habitualmente.

Atravesó varios barrancos para llegar a unas siembras. En lo alto de un viso, pudo ver la silueta de dos corzos: eran un macho y una hembra. Curiosamente la pareja, en lugar de controlar a Eugenio, miraba constantemente hacia otro lado. Algo llamaba su atención.

Un numeroso grupo de corzos llegaba por detrás del viso en el que se encontraba la pareja, sólo les veía los lomos. Parecía que fueran en procesión.

¡Sorpresa…!

“El Mani” quiso hacerles una entrada para grabarlos de frente. Una vez llegó a donde los había visto, los corzos habían desaparecido. En su lugar, vio un bulto negro. Eso no era un corzo, ¡era un jabalí! La razón de que los duendes se hubieran desplazado y de que aquella pareja no dejase de mirar al sembrado.

Un bonito macho, negro, grande. Atento pero tranquilo, vacilón, incluso. Tan solo a veinte metros del joven. Imperturbable. [Noticia completa más abajo]