Fiestas

Fiestas Año 2008
Saludo del alcalde 2008
Poco a poco septiembre se asoma en páginas cercanas en el calendario, por fin llegan una fechas esperadas por todos, vecinos y visitantes, unas fechas que afrontamos todos con ilusión y alegría, unas fechas donde los abatares del año quedan relegados a un segundo plano dando paso a la convivencia, la armonía, la concordia, la tolerancia y el respeto.

Son días de recogimiento y devoción en honor a nuestra Patrona, la Virgen del Manto, días en los que subir a la pradera de Hontanares a cantarle y bailarle a Nuestra Señora de Hontanares, de dar las gracias por ampararnos a lo largo de todo este año pasado y de pedir protección para el año que viene.

Llegan las Fiestas, santo y seña de Riaza, nuestras fiestas, en las que con gusto abrimos de par en par las puertas de nuestra Villa para que todos puedan disfrutar junto a los riazanos de la algarabía, de las actividades programadas, del ambiente y de la hospitalidad característica de Riaza, mostrar nuestras tradiciones y aficiones orgullosos de lo que hemos sido y somos en la actualidad, un pueblo devoto, un pueblo aficionado a la fiesta, un pueblo amable y acogedor.

También recordar que estos días serían imposibles de llevar a cabo sin el esfuerzo de muchas personas; empleados, cuerpos de orden, vecinos voluntarios, asociaciones y peñas. Desde estas líneas reiterarles mi más sentido agradecimiento, y como no, acordarme también de todas aquellas personas que ya no pueden disfrutar junto a nosotros de estos días tan especiales, les tendremos presentes en nuestras mentes.

Por último, como Alcalde, y en nombre de la corporación municipal, desear que estos días sean un paréntesis en nuestras rutinas diarias, que nos den fuerza para afrontar con ganas e ilusión todos los proyectos e ideas que ya tenemos en nuestras agendas, que sean días de asueto, de diversión sana, de momentos inolvidables, de compartir y hacer que quien venga se lleve en su retina un recuerdo hermoso, el recuerdo de la Villa de Riaza con pasado, presente y futuro.
Benjamín Cerezo Hernández