Hoy quince de mayo, festividad castiza en Madrid pero en la mayoría de los pueblos y zonas rurales también se festeja el día asignado al Patrón de los Agricultores, San Isidro Labrador.
Fotos: Laura Herrero Mate
Sus padres eran unos campesinos sumamente pobres que ni siquiera pudieron enviar a su hijo a la escuela. Pero en casa le enseñaron a tener temor a ofender a Dios y gran amor de caridad hacia el prójimo y un enorme aprecio por la oración y por la Santa Misa y la Comunión.
Huérfano y solo en el mundo cuando llegó a la edad de diez años Isidro se empleó como peón de campo, ayudando en la agricultura. Isidro se levantaba muy de madrugada y nunca empezaba su día de trabajo sin haber asistido antes a la Santa Misa. Varios de sus compañeros muy envidiosos lo acusaron ante el patrón por "ausentismo" y abandono del trabajo. El señor Vargas se fue a observar el campo y notó que sí era cierto que Isidro llegaba una hora más tarde que los otros (en aquel tiempo se trabajaba de seis de la mañana a seis de la tarde) pero que mientras Isidro oía misa, un personaje invisible (quizá un ángel) le guaba sus bueyes y estos araban juiciosamente como si el propio campesino los estuviera dirigiendo.
En el año 1130 sintiendo que se iba a morir hizo humilde confesión de sus pecados y recomendando a sus familiares y amigos que tuvieran mucho amor a Dios y mucha caridad con el prójimo, murió santamente. A los 43 años de haber sido sepultado en 1163 sacaron del sepulcro su cadáver y estaba incorrupto, como si estuviera recién muerto. Las gentes consideraron esto como un milagro. Poco después el rey Felipe III se hallaba gravísimamente enfermo y los médicos dijeron que se moriría de aquella enfermedad. Entonces sacaron los restos de San Isidro del templo a donde los habían llevado cuando los trasladaron del cementerio. Y tan pronto como los restos salieron del templo, al rey se le fue la fiebre y al llegar junto a él los restos del santo se le fue por completo la enfermedad. A causa de esto el rey intecedió ante el Sumo Pontífice para que declarara santo al humilde labrador, y por este y otros muchos milagros, el Papa lo canonizó en el año 1622.
En
Riaza
, un municipio que por las cirsutancias de la vida ha ido mudando su carácter agrícola y ganadero en favor del sector servicios y turístico aún quedan muchos campos a su alrededor y trabajados por vecinos de
Riaza
,que aún habiendo evolucionado en medios técnico y mecánicos se deben al tiempo, al agua, al viento, al pedrisco o a días de temperaturas elevadas, un mínimo cambio fuera de lo común cuando “es su tiempo” puede llevar a que se pierdan cosechas por las que se ha trabajado durante un largo año. Horarios no comunes para el resto, dependiendo del calor, sin días de fiesta y descanso, sin vacaciones porque el campo no espera ni atiende a los deseos de la sociedad en la que ahora vivimos, hacen de estos hombres y mujeres que viven del campo personas diferentes, ni mejores ni peores sino diferentes, que muestran una forma de sacrifico más ligada a antaño para poder llevar a sus familias hacia delante. (Santoral del Vaticano)
San Isidro en
Riaza
, su imagen la acoge la ermita de San Roque, una ermita situada en el parque el Rasero, las antiguas eras de
Riaza
, su lugar no está escogido al azar. San Isidro y su yunta de bueyes se engalanarán hoy con rosquillas y frutas, con tortas y dulces. Saldrá de su ermita para en procesión llegar a la Iglesia de
Riaza
, en la tarde San Isidro, al son de la dulzaina y el tamboril volverá al Rasero, y mirando a los campos, en cada uno de los puntos cardinales se rezará para que su santo proteja los campos, a los agricultores y por extensión la vida rural y de campo.
Tras esto llegará el momento de la subasta de las rosquillas que lleva el santo y su “estandarte”, una especie de seta enorme que le precede en la procesión, cuajada de rosquillas y fruta, lazos y flores, es su fiesta. A las puertas de San Roque se subastarán las rosquillas del arco, delanteras y traseras, las rosquillas que lleva el santo en su brazo y las de la yunta de bueyes, la fruta y las tortas sobadas con caramelos.
Y así hasta el año que viene durante el que San Isidro ocupará de nuevo su retablo en la ermita de San Roque, siendo visitado en pocas ocasiones, cada vez que la ermita abre sus puertas.
Agradecer a los agricultores de
Riaza
y sus mujeres que esta tradición siga manteniéndose en Riaza.
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